¿Definen los evangélicos las elecciones?

El dia de ayer, escuchando las Gospel escuchaba un discurso del Pastor Mario Vega sobre el tema: ¿Definen los evangélicos las elecciones? y me paerecio interesante su punto de vista y el cual comparto totalmente, se los dejo para que lo lean y como siempre, sean ustedes quienes saquen sus propias conclusiones.

Mario Vega
Domingo, 22 de Febrero de 2009

En los últimos años se ha hecho frecuente en boca de algunos dirigentes evangélicos, para luego ser repetido con menor frecuencia por algunos periodistas, que fue el voto evangélico el que definió el triunfo electoral del Presidente Elías Antonio Saca. Con tal afirmación los dirigentes, la mayor parte de veces autonombrados, pretenden impresionar y presionar a los partidos políticos con fines ajenos a la misión de la iglesia.

Pero, ¿es demostrable la afirmación que el voto evangélico tiene la llave para otorgar el triunfo electoral? Parece que las matemáticas no contribuyen mucho a sostener el sofisma. En primer lugar, se exagera el número de evangélicos salvadoreños. Se habla de porcentajes extravagantes que no se apoyan en ningún censo sino solamente en cálculos imaginativos. Probablemente, el acercamiento más objetivo a la verdad sean las encuestas de opinión que, eventualmente, preguntan por la identidad confesional de los entrevistados.

El Centro de Investigación de la Opinión Pública Salvadoreña de la Universidad Tecnológica recogió una muestra, en junio de 2008, que dio como resultado que un 28.21 de los salvadoreños entrevistados manifestaron ser evangélicos. Aún si se adjudicase positivamente el error muestral de 2.38 de la encuesta, tendríamos un aproximado de un 30 por ciento de la población salvadoreña que se confiesa evangélica. Un porcentaje importante y significativo, pero ¿suficiente para sustentar el sofisma? Bastante dudoso.

No se puede afirmar que los evangélicos representan 1,700,000 votos efectivos que se ofrecen como tesoro seguro para vencer en cualquier contienda electoral. No se puede porque se estaría asumiendo que todos los evangélicos son mayores de 18 años, que todos poseen Documento Único de Identidad, que todos se encuentran empadronados, que todos votan a pesar de ser un sector social donde por resquicios históricos particulares existe una tendencia importante hacia la abstención, y que todos votan en bloque siguiendo las instrucciones de un autoproclamado representante. De esos que en cada elección aparecen más.

De hecho, no es verdad que los evangélicos aptos para ejercer el sufragio y que efectivamente van a las urnas voten por una preferencia única. El Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, revela que en las elecciones de 2004 un 44.1 de los electores que dijeron ser evangélicos votaron por ARENA en tanto que un 28.6 por el FMLN. Un comportamiento bastante parecido al del resto de la ciudadanía.

No es posible calcular la cantidad de votos evangélicos efectivos que representa un 44.1 por ciento, ya que no tenemos el universo de los evangélicos que fueron a votar. Pero, si se pusiesen todas las variables a favor, resultaría que el triunfo de ARENA siempre se hubiese producido cómodamente con, sin o en contra del voto evangélico.

Ganar el voto de los evangélicos es importante, pero no más que lo es ganar el de los maestros, los campesinos, los obreros, los empleados, los empresarios, etc. Solamente la suma mayoritaria de los votos emitidos por todos los sectores puede definir el triunfo electoral.

De acuerdo a los únicos referentes con que se cuenta, lo más cercano a la realidad es que las preferencias políticas de los evangélicos muestran una proporcionalidad semejante a la del resto de la ciudadanía. Y tales preferencias no van a cambiar por que uno u otro pastor exprese su ideología. La esencia del ser evangélico es la íntima y privada relación entre el creyente y Dios. Siendo una minoría social importante los evangélicos están acostumbrados a debatir sus ideas. Nada atraería más su atención hacia los partidos políticos que el escuchar debatir sus propuestas a los candidatos presidenciales