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lunes, 23 de marzo de 2009



Con motivo de mi trabajo sedentario y la consecuente acumulación de grasa en mi barriga, la empresa me ofreció un servicio de entrenamiento personal en un reconocido gimnasio. Lo acepté gustoso y hasta fui personalmente a hacer mi reservacion. Me asignaron una personal trainer llamada Nadia, una escultural instructora de 26 años, modelo de ropa deportiva como pude observar en los afiches allí colgados. Ella me explicó que sería muy útil anotar mis experiencias en una ficha de forma de poder observar yo mismo mi progreso. Así lo hice y quisiera compartirlo con ustedes.

Día 1:

Me levanté a las 6 de la mañana como habíamos quedado. Bastante difícil levantarse de la cama para ir al gimnasio, pero todo cambió cuando llegué y vi que Nadia estaba esperándome.
Parecía una diosa griega: rubia, ojos verdes y una gran sonrisa, con unos labios carnosos y espectaculares. Me hizo un tour, me mostró los aparatos y me tomó el pulso después de 5 minutos en la bicicleta fija. Se alarmó de que mi pulso estuviera tan acelerado, pero yo aproveché para piropearla y se lo atribuí a ella, que estaba vestida con una mallita de lycra que se le metía en la cola...(La Kanelada BIBE )
Disfruté bastante viéndola dar su clase de aerobics, después de terminar mi inspirador día de ejercicio. Nadia me mantenía motivado para hacer mis abdominales, a pesar de que ya me dolía mucho la barriga.

Día 2:

Me tomé dos tazas de café, y finalmente logré salir de mi casa.

Nadia hizo que me recostara boca arriba, me puso a levantar una pesada barra de metal y después se atrevió a ponerle... ¡pesas! En la caminadora mis piernas estaban un poco debilitadas, pero logré completar un kilómetro. Su aprobadora sonrisa y su guiño cómplice hicieron que todo valiera la pena.
¡Me sentía fantástico! Era una nueva vida... (Eso es verja Elfo!! tu puedes!!)

Día 3:
La única forma en que pude lavarme los dientes fue poniendo el cepillo sobre el lavamanos y moviendo la cabeza a ambos lados encima de él. Creo que tengo una hernia abdominal. Manejar no fue nada fácil: de sólo frenar el auto me dolían hasta los pelos del mero assterisco, estacioné encima de una motito de que reparte el grafico a las gasolineras...
Nadia se impacientó un poquito conmigo por considerar que mis gritos de dolor molestaban a los demás socios del club. La verdad que su voz me resulta un poco aguda a tan tempranas horas de la mañana y cuando levanta la voz se vuelve nasal... es muy molesta.
Me duelen las eggs cuando me subo a la cinta, así que Nadia me cambió a la escaladora. ¿Me pregunto por qué poctas alguien inventa una máquina para hacer algo que se ha vuelto obsoleto con el uso de los ascensores?
Ella me dijo que me ayudaría a ponerme en forma y a disfrutar a pleno la vida.
Otra de sus endejadas... (por la uta hasta respirar me duele..

Día 4:

Nadia me estaba esperando con sus merderos ojos verdes clavándomelos como un puñal y su burlona sonrisita al estilo Jack Nicholson en Batman.
No pude evitar llegar media hora tarde: fue el tiempo que me llevó amarrarme los zapatos.
La muy hecha***** me puso a trabajar con las mancuernas pero, cuando se distrajo, salí corriendo a esconderme en el baño.
Mandó a otro entrenador a buscarme y como castigo, me puso a trabajar en la máquina de remar y... se me escapó un pedo que escuchó todo el gimnasio.
Nunca pasé tanta vergüenza en mi vida. (Espero que no haya estado otro maje del foro ahi..

Día 5:

Odio a Nadia más que a cualquier otro ser humano en el mundo. Anémica de *****, con esos labios con colágeno, platinada sin cerebro.
Si hubiese una parte de mi cuerpo que pudiese mover la molería a patadas en el Q-lo, la ***** con esa endeja.
Quiso que trabajara en mis tríceps. ¡YO NO TENGO TRICEPS!

Y si no quiere que rompa el piso del gimnasio, que no me pase las malditas barras o cualquier otra cosa que pese más que un sandwich...
La bicicleta fija me hizo desmayar y me desperté en la cama de una nutricionista, otra flaca 0ta que me dio una cátedra de alimentación sana . La desgraciada no tiene la más pota idea de lo que es tener hambre.
¿Por qué no me pudo tocar alguien mas tranquilo, como un maestro de costura o un estilista?

Día 6:
La muy hija de pota de Nadia me dejó un mensaje en el contestador con su vocecita de lesviana preguntándome por qué no fui hoy.
De solo escucharla tiré el teléfono al carajo, pero luego no tenía la fuerza suficiente ni para levantarlo, ni para levantar el control remoto de la tele, así que me aguanté 11 horas seguidas viendo un solo canal de cable. Maldito National Geographic, me tuve que aguantar una de pajaritos apareándose y yo que no cojo hace 6 días.

Día 7:
Le pedí al chofer de la camioneta de la Iglesia que me viniera a recoger para ir a misa y agradecerle a Dios que esta semana haya terminado.
También recé para que el año que viene la empresa me mande a algo un poco más divertido: una endodoncia, un cateterismo, un análisis de próstata...

Esto esta en varios foros, pero yo lo tome de aqui
lunes, marzo 23, 2009   Posted by Profe Obed in with No comments

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